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Locales | Sábado, 28 de julio de 2018 |
En tiempos de gobiernos abiertos el Municipio libreño impone un "Acuerdo de Confidencialidad" La iniciativa, promovida por el nuevo Secretario de Hacienda Jorge Haidamaschuk, tiende a blindar toda actividad que se desarrolle en la Comuna y más precisamente en el área contable. Una de las primeras medidas, sino la primera, que tomó el recientemente asumido Secretario de Hacienda municipal, Dr. Jorge Haidamaschuk, fue la de obligar a firmar a los empleados del área que él conduce un "Acuerdo de Confidencialidad". Dicha acción, sin precedentes al menos desde el año 2.001 hasta aquí, se ciñe fundamentalmente con el principio republicano de gobierno que pone en relieve la publicidad de los actos de gobierno.
Cabe señalar que el mencionado documento, leonino y abusivo por donde se lo mire, establece curiosas cuestiones a "confidencializar", entre ellas la de la intercambiada entre las partes, la cual no puede ser suministrada a terceros (?) o la que reza expresamente: "TODA información a la que el empleado acceda para desarrollar sus tareas o a la que pudiera tener acceso en forma directa o indirecta y aquella vinculada a sus empresas, sus proveedores, directores y empleados".
Importante de recordar es que una de las principales promesas de campaña del actual alcalde fue la del impulso al PRESUPUESTO PARTICIPATIVO. Resulta muy difícil entender como la ciudadanía se involucrará en algo a lo que a partir de ahora no tendrá prácticamente ningún acceso.
Desmenuzando el acuerdo, además, se observa el descargo de absolutamente todas las responsabilidades del "cuidado" de la información en los agentes municipales, desligando absolutamente a los secretarios y directores de áreas del raro y extraño manto de silencio con el que se quiere cubrir a los actos de la gestión de Ascúa.
Otra cuestión que llama poderosamente la atención, además del permanente tono amenazante del convenio, es que el empleado municipal solo podrá revelar la información confidencial a CONSULTORES INDEPENDIENTES,de los cuales no se hace ni una sola aclaración o descripción de sus responsabilidades o labores para con el municipio, con lo que se deduce, una vez más, que el temor a que se conozca el funcionamiento del área contable y de la administración municipal le cabe al trabajo que ejecutan los empleados comunales y que a partir de ahora será sumamente "vigilado".
Vale remarcar, asimismo, que el estatuto del empleado municipal establece entre los deberes de los trabajadores el que los mismos guarden la discreción correspondiente acerca de los hechos e informaciones a las que accede a través de su función dentro del esquema comunal. Es menester recordar la diferencia sideral que hay entre Discreción y el documento,cuanto menos extraño y de dudoso fin, que los trabajadores fueron obligados a firmar.
Se espera que al retorno de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante haya un contundente pedido de informe por parte de los ediles ante la controvertida disposición interna pensada por Haidamaschuk y apoyada por el Intendente Ascúa.
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