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Opinión | Sábado, 23 de mayo de 2020 |
¿De qué hablamos cuando llueve en Libres? Columna semanal del Director de Noticias Digitales. Después de mucho tiempo, meses diría, volvió a llover en abundancia en Paso de los Libres y nuevamente pasó lo que pasa casi siempre. Las calles de tierra, que son muchísimas en nuestra ciudad, se convirtieron en barriales dignos de las pistas soñadas por corredores de rally y motocross, afectando de manera significativa la vida de ese gran número de personas que, por falta de planificación, inversión o simplemente desidia, viven en conglomerados atravesados por estos caminos que ya deberían ser un recuerdo en el siglo 21.
Lejos de pretender caer en el oportunismo y las críticas de ocasión, estas líneas solamente pretenden reflejar una realidad dolorosa y repetida. La imposibilidad de transitar, los muebles y electrodomésticos arruinados y hasta la aparición de enfermedades producto de estas condiciones de hábitat no tienen color político ni responsabilidad de una sola persona. Son años de falta de mantenimiento y de planificación que, con el paso del tiempo, dejan a la luz la fragilidad de la infraestructura local. Es menester aclarar que no hablamos solo de las zonas periféricas o suburbanas ya que estos inconvenientes se suceden en pleno centro de la ciudad, donde los sistemas de desagües son sumamente añejos y datan de una Libres con menos densidad de población y más conciencia ciudadana.
Lo paradójico de la cuestión es que en esta ciudad llueve en abundancia cada tanto. Los períodos sin caída de agua masiva son largos, lo que invita a pensar que el tiempo para trabajar en estos sectores, siempre afectados, es suficiente. O debería serlo.
Quien escribe esta columna tiende a pensar que las soluciones llegarán antes de que los niños se conviertan en adultos y los años de “estudios de factibilidad” o de “anteproyectos” de infraestructura urbana dejen la frialdad del papel y las palabras y se conviertan en acciones que redunden en una ciudad moderna y digna de vivir para todos, tal cual la merecemos.
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