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Provinciales | Miércoles, 4 de noviembre de 2020 |
Reintroducción de especies: el proyecto con el yaguareté en el Iberá, uno de los tres ejemplos mundiales La reintroducción del yaguareté en los Esteros del Iberá, en Corrientes, que lleva adelante la Fundación Rewilding Argentina, fue citada como uno de los tres ejemplos mundiales de reinserción de depredadores en su ambiente. La reintroducción del yaguareté en los Esteros del Iberá, en Corrientes, que lleva adelante la Fundación Rewilding Argentina, fue citada como uno de los tres ejemplos mundiales de reinserción de depredadores en su ambiente. El caso fue publicado por la revista científica The Scientist junto a las experiencias del lobo gris, en el Parque Nacional Yellowstone, en Estados Unidos y de perros salvajes y el leopardo en el Parque Nacional Gorongosa, en Mozambique.
Estos estudios intentan establecer el efecto cascada, que muchas veces es negativo, de la desaparición de estos carnívoros ya que se produce una afectación de todo el ecosistema. Por el contrario, su reintroducción, podría recuperar el equilibrio perdido.
Para Emiliano Donadio, director científico de la Fundación Rewilding Argentina, la liberación no sólo es crucial para reconstruir el antiguo ecosistema del Iberá, sino que es un experimento científico que proporcionará un raro vistazo de cómo el regreso de uno de los carnívoros más grandes del mundo podría transformar un ecosistema, según The Scientist.
Los científicos saben que la pérdida de grandes depredadores puede tener efectos de gran alcance y perturbadores en los ecosistemas a través de fuerzas en cascada que reverberan desde los depredadores a altos niveles tróficos -la cima de la red alimentaria- hasta sus presas y más allá, e incluso cambiar la estructura de la vida vegetal.
La publicación de la revista científica da varios ejemplos: "Se cree que la pérdida del yaguareté (Panthera onca), pumas (Felis concolor) y otros depredadores de fragmentos de la selva venezolana tras la construcción de una presa hidroeléctrica, por ejemplo, es un factor clave para desencadenar una proliferación explosiva de herbívoros, incluidos los monos, que arrasó la vegetación y causó lo que los investigadores describieron como un “deshielo ecológico”. Pero rara vez los ecologistas llegan a investigar si esos efectos negativos pueden ser revertidos restaurando los depredadores. “Pensamos que un ecosistema desprovisto de depredadores estará en mejor forma cuando los depredadores regresen”, dice Donadio, pero esa suposición permanece en gran parte sin probar.
Las reintroducciones de depredadores como el proyecto en curso en el Iberá son extremadamente raras y han quedado muy rezagadas con respecto a los proyectos de repoblación forestal de herbívoros, en gran parte debido a que la liberación de animales capaces de matar a personas y ganado es muy controvertida. “Sólo tenemos un número limitado de experimentos naturales”, señala en la publicación la ecologista de vida silvestre Justine Smith de la Universidad de California, Davis.
El Iberá pronto será uno de los pocos lugares donde se ha reintroducido intencionalmente un depredador y se han estudiado intensamente sus efectos ecológicos. Por el momento los yaguareté permanecen en San Alonso. Tal como lo describe The Scientist, los investigadores esperan superar algunos de los desafíos para descifrar la causa y el efecto mediante la recopilación de datos de referencia antes de que lleguen los depredadores. En varios lugares dentro del área protegida de 1,3 millones de hectáreas del Iberá, biólogos con especialidades en entomología, ornitología, ecología de depredadores y comportamiento animal están ocupados caracterizando varias facetas del ecosistema que sospechan que los jaguares podrían influenciar.
La Fundación Rewilding Argentina vela por el estado de tres adultos y los cachorros de dos años Amarí y Mbareté, que viven actualmente en un recinto en San Alonso, un parche de terreno alto en el mosaico de desierto inundado, lagunas, selva y pastizales del Iberá.
Fuente: LT7
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