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Miércoles, 18 de diciembre de 2024
Los "juegos psicológicos" de Dibu Martínez en la final del Mundial que obligaron a cambiar las reglas
Con sus estrategias para desconcentrar a los rivales y su destreza para atajar penales, el marplatense fue el héroe aquella noche del 18 de diciembre en Lusail. Tal fue su influencia sobre la cabeza de los pateadores que la IFAB debió modificar el reglamento.

"Contra Francia jugué mal. Me llegaron tres veces y me hicieron tres goles", declaró Emiliano Martínez un año después de la final de la Copa del Mundo que consagró a la Selección Argentina en Qatar. Pero los penales son un partido aparte y, lejos de caerse desde lo anímico, Dibu fue el héroe aquella noche en Lusail. Es que si de confianza se trata, el marplatense es el mejor del mundo en su puesto. Aquella tanda estuvo repleta de "juegos psicológicos" y, en gran parte gracias a ella, las reglas hoy cambiaron.

Francia comenzó pateando y el primero estuvo a cargo de Kylian Mbappé, quien ya había ganado el duelo individual en tres oportunidades durante el partido, dos de ellas desde los doce pasos. El crack galo, que en aquel momento se encontraba en el Paris Saint-Germain, definió cruzado, el arquero la tocó con la palma de su mano izquierda pero no pudo evitar que la pelota inflara la red.

Luego de la conversión de Lionel Messi, llegó el turno de Kingsley Coman para Les Bleus. Con el objetivo de intimidar al pateador, Dibu realizó movimientos con sus brazos y pequeños saltitos con sus pies antes de la ejecución. El extremo eligió el mismo lado que su compañero, pero con menos colocación y altura. Martínez se lanzó para ese lado y tapó el remate con su pecho.

El penal que ataja Dibu Martínez a Kingsley ComanEl penal que ataja Dibu Martínez a Kingsley Coman
"Lo había practicado con mi psicólogo: si llegaba a atajar uno, al siguiente le hacía la vida imposible. Si iba al arco se lo atajaba, era mío", explicó el guardameta en la miniserie documental Campeones de Star+. Quien lo sufrió fue Aurélien Tchouameni, mediocampista central del Real Madrid.

El marplatense desplegó todo su arsenal de juegos mentales para distraer al francés: le pidió aliento a la parcialidad argentina que estaba atrás del arco, picó la pelota con sus manos, luego la lanzó a un costado para que su rival deba ir a buscarla y volvió a hacer sus característicos movimientos de brazos y piernas antes de la ejecución.

"Yo desde el arco lo vi que estaba muerto. Se le notaba en la cara que estaba nervioso. Y pensé que si erraba, estaban medio paso afuera y éramos campeones. El chico venía mirando arriba, mirando a la gente, estaba muy nervioso", detalló. ¿El resultado? Un remate desviado que prácticamente le aseguró el título a la Selección. "Se cagó todo", disparó en un evento de celebración realizado en su ciudad natal, desatando la risa del público presente.


 
 
 
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